Se suele pensar que la mayoría de los niños tiene garantizada la buena salud de los ojos y que las medidas de prevención y cuidado son para los adultos, sin embargo, oftalmólogos y pediatras advierten sobre la importancia de proteger desde temprana edad la mirada de los pequeños para evitar la refracción ocular y mayores riesgos.
Los ojos recién estrenados de los niños también son vulnerables a la contaminación, los efectos de las luces artificiales o el contacto frecuente con las pantallas de teléfonos, tabletas y otros dispositivos. Por eso, los expertos recomiendan que desde los primeros años se proteja la salud visual infantil aplicando algunas medidas muy sencillas, que no solo están orientadas cuidar su visión, sino a detectar la aparición de enfermedades.
El proceso de maduración de los ojos en los niños se cumple al llegar al primer año. Desde los 12 meses los niños y niñas tienen la misma capacidad visual que los adultos. Al nacer, solo identifican formas grandes y rostros, al igual que algunos colores brillantes. A los tres meses pueden seguir un objeto con la mirada o rastrearlo en su campo visual. Para el cuarto mes, un bebé enfoca con mayor precisión los objetos: ve su tetero, el chupete y las cosas que más le interesan. En este momento ya alcanzan lo que se denomina visión binocular, que implica a los dos ojos en el proceso de percepción de la profundidad.
Es importante que en cada visita de control pediátrica que tenga el bebé, haya una revisión de la evolución de sus ojos. Antes de los tres meses es normal percibir una leve desviación en los ojos del bebé, sin embargo, si después del cuarto mes el ojo presenta un movimiento hacia adentro o hacia afuera de manera periódica, se debe informar al pediatra para que lo remita a un especialista.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que durante los primeros años, los padres estén atentos a las siguientes señales: dolor o molestia en los ojos, enrojecimiento que no desaparece en varios días, ojos que lagrimean con frecuencia, dolor de cabeza, párpados muy caídos, hipersensibilidad a la luz.
Incluso cuando todo parece normal y no se advierten señales de riesgo, es importante atender algunas recomendaciones para cuidar la salud visual de los niños y niñas durante su proceso de crecimiento, especialmente, en sus momentos de estudio, cuando están conectados al mundo digital o en las actividades al aire libre.
Desde los primeros años, en el hogar, adquirimos los hábitos que nos acompañarán durante toda la vida. En la Clínica de Oftalmología Sandiego nos preocupa tu bienestar y especialmente el de los niños, por eso te invitamos a seguir estas recomendaciones incorporando en tu familia sencillos hábitos para evitar futuras enfermedades de los ojos.
En la Clínica Oftalmológica Sandiego, nuestros especialistas en oftalmología pediátrica en Medellín, ofrecemos el acompañamiento necesario para resolver cualquier duda frente a la salud visual infantil.