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15 malos hábitos para la visión: mejora tu salud visual ▷

Escrito por Admin | Mar 7, 2022 9:08:00 PM

Nuestra visión es uno de los tesoros más preciados; sin embargo, a menudo no somos conscientes de los malos hábitos que pueden dañarla.

En este artículo, exploraremos algunos de los comportamientos que afectan nuestros ojos y aprenderemos cómo evitarlos para mantener una visión nítida y saludable a lo largo de los años.

¿Por qué cuidar la salud de los ojos?

La salud visual es crucial para nuestra calidad de vida diaria. Evitar malos hábitos, como el exceso de tiempo frente a pantallas, no solo protege nuestra vista, sino que también previene problemas como la fatiga ocular, la miopía y la sequedad ocular. Cuidar nuestros ojos con hábitos saludables no solo nos ayuda a ver mejor, sino que también contribuye a nuestro bienestar general.

Los malos hábitos de la visión

  1. No parpadear

    En caso de estar en ambientes secos, dejar de parpadear representa un gran riesgo para la salud visual, sobre todo en las mujeres a partir de los 55 años.

    Dejar de parpadear puede contribuir a generar ojo seco, entre otros malos hábitos como el estar frente al computador o expuestos al aire acondicionado. Parpadear es una acción natural que provee la lubricación y limpieza de la superficie ocular, y por lo tanto no debe olvidarse.

  2. Viento en exceso, humo y agentes químicos

    La exposición al viento en exceso, el humo como el del cigarrillo y agentes químicos son riesgos para la salud visual.

    Los ambientes contaminados pueden desencadenar ojo rojo y resequedad extrema en nuestro sistema ocular, lo que se conoce como síndrome de ojo seco.

    Los lubricantes oculares pueden ayudar a mejorar los síntomas de rechazo a la contaminación, pero la solución es la eliminación de estos agentes contaminantes; pues el uso abusivo de medicamentos puede desencadenar otras patologías oculares no reversibles.

    Las gafas de sol con el filtro de protección adecuada aportan una protección importante no sólo a la exposición solar, sino también a los agentes contaminantes externos, que combinados con el viento pueden ocasionar grandes molestias a nuestros ojos.

  3. Maquillaje de baja calidad

    En su mayoría, los productos estéticos son probados y evaluados para cumplir con la seguridad de sus destinatarios, pero en ocasiones nos exponemos a marcas de productos no tan cuidadosas que someten a nuestros ojos y piel a situaciones extremas que conducen a irritaciones y alergias.

    Además, el maquillaje puede contribuir al deterioro de nuestra salud visual cuando se comparte con otras personas, ya que se convierte en un vehículo transmisor de bacterias.

  4. El uso de lentes de contacto

    Los lentes de contacto deben ser un complemento y no una solución médica; por este motivo se recomienda usarlos solo algunos días, o durante parte del día.

    De igual manera su limpieza debe ser adecuada y en coherencia con las recomendaciones del médico oftalmólogo. El uso prolongado de los lentes de contacto puede generar a largo plazo lesiones en el ojo.

    Se recomienda tener especial cuidado con el uso de lentes cosméticas. Es preferible seguir las recomendaciones del oftalmólogo para esta clase de lentes, así se trate de un tema estético ya que podrían afectar severamente nuestra salud visual.



  5. No utilizar la protección solar

    Unas buenas gafas de sol evitarán la exposición total de la superficie ocular a los rayos solares, las inclemencias del tiempo, los destellos excesivos de luz, frio y calor.

    Además ,protegerán la estructura externa del ojo, los párpados, los cuales están integrados por una capa de piel muy sensible para permitir su movilidad, pero la cual es susceptible a lastimarse con los cambios extremos de temperatura.

  6. Usar lentes de sol de baja calidad

    Los lentes de sol de baja calidad pueden carecer de protección adecuada contra los rayos ultravioleta (UV). La exposición prolongada a los rayos UV puede dañar los ojos y aumentar el riesgo de cataratas y degeneración macular. Es fundamental elegir gafas de sol que ofrezcan una protección UV del 100% para proteger tus ojos de manera efectiva.

  7. Frotarse los ojos

    En los niños es frecuente tener esta mala práctica generando alteraciones refractivas que desencadenan en las patologías oculares más comunes como: miopía, hipermetropía, astigmatismo e incluso queratocono.

    Esta mala práctica aunque es más frecuente en los niños también se presenta en adultos generando los mismos inconvenientes.

    Frotarse los ojos es una acción que debe evidenciarse en el paciente y corregirse para poner a salvo la salud visual.



  8. Ignorar síntomas persistentes

    Cuando experimentas síntomas como dolores oculares, enrojecimiento persistente o visión borrosa, no deberías ignorarlos. Estos signos pueden ser indicativos de condiciones oculares subyacentes que requieren atención médica inmediata. Ignorarlos podría resultar en complicaciones más graves y afectar negativamente tu vista a largo plazo.

  9. No descansar los ojos durante el trabajo

    Pasar largas horas frente a una pantalla o realizando tareas detalladas puede causar fatiga visual.

    Es esencial tomar pausas activas para tus ojos durante el trabajo. Estas pausas pueden incluir ejercicios oculares, mirar hacia objetos distantes para relajar los músculos oculares y parpadear frecuentemente para mantener los ojos lubricados. Estos descansos ayudan a reducir la tensión ocular y a mantener una visión más clara y cómoda.

  10. No seguir una dieta balanceada

    La falta de una dieta equilibrada puede conducir a deficiencias de vitaminas y minerales esenciales para la salud ocular, como la vitamina A, C y E, y los minerales zinc y cobre. Estos nutrientes son cruciales para mantener la visión en buen estado y prevenir enfermedades oculares. Una dieta rica en frutas, verduras, pescado y nueces puede proporcionar los nutrientes necesarios para una visión óptima.

  11. Tocas los ojos con las manos sucias

    Las manos sucias pueden albergar gérmenes y bacterias que, al entrar en contacto con los ojos, pueden causar infecciones oculares dolorosas.

    Lavarse las manos regularmente, especialmente antes de tocarse los ojos, es una práctica crucial para mantener una buena higiene ocular y prevenir infecciones.

  12. No limpiar regularmente las lentes de los anteojos

    Los lentes de anteojos sucios pueden distorsionar la visión y causar fatiga ocular. Además, las partículas de polvo y suciedad pueden rayar las lentes con el tiempo, afectando la claridad visual.
    Limpiar las lentes regularmente con un paño suave y limpio ayudará a mantener una visión nítida y cómoda.

  13. No seguir las indicaciones del médico después de una cirugía ocular

    Seguir las indicaciones del médico es esencial para una recuperación óptima y para evitar complicaciones. Ignorar las recomendaciones, como el uso de gotas o medicamentos, podría aumentar el riesgo de infecciones o inflamaciones, afectando negativamente el resultado de la cirugía.
  14. No usar gafas de protección en actividades de riesgo

    Realizar actividades riesgosas como carpintería o deportes sin protección ocular adecuada puede llevar a lesiones graves.

    Las gafas de protección, diseñadas específicamente para estas actividades, ayudan a prevenir lesiones por astillas de madera, partículas metálicas u objetos voladores, asegurando la protección de tus ojos.
  15. No hacer revisiones oftalmológicas regulares

    las revisiones oftalmológicas regulares son esenciales incluso si no experimentas síntomas evidentes. Muchas condiciones oculares, como el glaucoma y la retinopatía diabética, pueden desarrollarse sin síntomas iniciales. Las revisiones periódicas permiten a los profesionales de la salud ocular detectar problemas en etapas tempranas, proporcionando tratamientos efectivos y preservando tu visión a largo plazo. También es importante revisar periódicamente la fórmula de tus lentes en una consulta de optometría para confirmar o descartar progresiones.15. No hacer revisiones oftalmológicas regulares: las revisiones oftalmológicas regulares son esenciales incluso si no experimentas síntomas evidentes. Muchas condiciones oculares, como el glaucoma y la retinopatía diabética, pueden desarrollarse sin síntomas iniciales. Las revisiones periódicas permiten a los profesionales de la salud ocular detectar problemas en etapas tempranas, proporcionando tratamientos efectivos y preservando tu visión a largo plazo. También es importante revisar periódicamente la fórmula de tus lentes en una consulta de optometría para confirmar o descartar progresiones.

    ¿Cuándo es necesario visitar al oftalmólogo?

     

    Un examen completo y habitual de la visión en el que se hagan pruebas de agudeza visual, un estudio del fondo de los ojos y otros estudios en relación de cambios inesperados, es una de las actividades más recomendables para disminuir el riesgo de patologías visuales delicadas

    Incluye en tu agenda anual una cita con tu oftalmólogo de confianza.