Cirugía refractiva:
volver a ver el mundo sin gafas ni lentes de contacto

Cirugía refractiva para una vida sin lentes ni anteojos

Sí, hay gente que ha sumado a su estilo las gafas o anteojos, son parte de su manera de estar en el mundo. Pero algunos otros, seguro que añoran una vida donde puedan descansar del peso sobre su tabique o de la rutina de ponerse y quitarse los lentes de contacto. 

Hay una solución para ellos. Y para ti, si estás cansado de las gafas y los lentes: se trata de la cirugía refractiva, una opción para transformar la manera en que ves el mundo. 

Aquí queremos brindar respuesta a todas tus preguntas y darte la información que necesitas para que tomes la decisión que cambiará tu salud visual.

 

¿Qué es la cirugía refractiva?

La cirugía refractiva es un procedimiento quirúrgico que corrige defectos visuales como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, llamados también problemas de refracción. Estos defectos se producen cuando la luz que entra en el ojo no se enfoca correctamente en la retina, lo que provoca que se pierda calidad en la visión: a veces de lejos, a veces de cerca, siempre borroso.

En este video, el doctor Martín Orrego, oftalmólogo y corneólogo de la Clínica de Oftalmología Sandiego, lo explica en un minuto: 

Así entonces, la cirugía refractiva se vale de la tecnología láser para remodelar la córnea, corrigiendo la refracción de la luz en la retina, logrando que esta se enfoque de manera correcta. En otras palabras, logra que se pueda ver bien sin usar las gafas. 

¿Cómo es el procedimiento de una cirugía refractiva?

La respuesta es: depende, pues hay varios procedimientos.

Cirugía refractiva con LASIK

El LASIK (queratomileusis in situ con láser) es la más reconocida de las cirugías refractivas. Este láser va tallando una pequeña cantidad de tejido corneal en cada impulso, permitiendo remoldear la córnea para corregir el defecto.

En palabras más técnicas, esta técnica consiste en realizar un corte en el estroma anterior por debajo del epitelio, sobre el que luego se aplica el láser, para reducir el espesor de la córnea.

Cirugía refractiva con PRK

Como toda cirugía refractiva, la PRK (queratectomía fotorrefractiva) busca modificar la curvatura corneal. En esta técnica se retira el epitelio y el láser se aplica directamente en la superficie del estroma. Se usa en pacientes con la córnea más delgada o menos resistente. 

En todos los casos se necesitará de anestesia local, un “mapa” de la córnea y un dispositivo para mantener los ojos abiertos durante el procedimiento. ¿Cuál método es mejor? De nuevo, la respuesta es, depende, pues cada técnica depende de la evaluación individual del paciente y cada procedimiento tiene sus propias características y beneficios.

 

Cirugía de ojos con láser

El método más común para la cirugía refractiva es el uso del láser. Este es el paso a paso de cómo lo hacemos en la Clínica de Oftalmología Sandiego:

• Cita de valoración: antes de la cirugía, te someterás a una evaluación ocular y exámenes diagnósticos para determinar si eres un candidato adecuado para la cirugía refractiva. No todas las personas pueden ser operadas con láser para corregir los problemas de refracción. Si te interesa puedes agendar una cita de valoración gratuita aquí.
  *Apica solo para personas entre 18 a 39 años.
• Preparación: esta cirugía se realiza con anestesia local, por eso es necesario que acudas a la cita con un acompañante.
• La cirugía: el cirujano utiliza un láser de precisión para remodelar la córnea, corrigiendo así los errores de refracción. Este proceso es rápido y preciso.
• Recuperación: después de la operación, se te proporcionarán instrucciones para la recuperación. La mayoría de las personas experimentan una mejora inmediata en su visión.

Otros tipos de cirugía refractiva ocular

Lente fáquico (lente intraocular para ametropía)

En este procedimiento no se moldea la córnea. Lo que se hace es implantar una lente intraocular. Es la opción más recomendada para personas con problemas de refracción con altas graduaciones o para quienes tienen córneas delgadas que no son candidatos ideales para LASIK o PRK.

Lensectomía (extracción de lente refractiva)

En este caso, se reemplaza la lente natural por una artificial y corregir así el problema de visión. Se utiliza especialmente cuando hay cambios en la prescripción del paciente debido a la edad.

AK (queratotomía astigmática)

Se utiliza creando incisiones arqueadas en la córnea en casos que no sea posible corregirlas con láser.

De nuevo, cada tipo de cirugía refractiva tiene sus propias ventajas y consideraciones. La elección entre ellas dependerá de factores como la salud ocular general, la graduación, y las preferencias del paciente. Como siempre, es crucial discutir con un oftalmólogo para determinar cuál es la mejor opción en tu caso específico.

 

Beneficios de la cirugía refractiva

¿Por qué deberías considerar realizarte una cirugía refractiva para corregir el problema de refracción que te impide ver correctamente?  Aquí te contamos cuáles son los beneficios de la cirugía refractiva. 

• Adiós a las gafas y a los lentes de contacto
  La cirugía refractiva puede reducir la necesidad de usar gafas o lentes de contacto. Esto representa una mejora en la calidad de vida, pues facilita la participación en actividades en que los lentes o los anteojos son un impedimento para el total disfrute.
• Una cirugía rápida y eficaz
  Es un procedimiento rápido y prácticamente sin dolor. No requiere de largos periodos de recuperación y podrás volver a tus actividades cotidianas en poco tiempo. Además, sus resultados son eficaces: quienes se operan mejoran su calidad visual.
• Corre, nada, salta, juega
  La práctica deportiva puede ser un problema para las personas con lentes de contacto o que usan gafas. Con la cirugía refractiva puedes disfrutar de una visión clara y sin limitaciones mientras practicas tu deporte favorito.
• Menos irritación y sequedad ocular
  Para aquellos que experimentan molestias debido al uso prolongado de lentes de contacto, la cirugía refractiva puede aliviar la irritación y la sequedad ocular, mejorando la comodidad a lo largo del día.

¿Cuáles son los riesgos y contraindicaciones de la cirugía refractiva?

La cirugía refractiva es un procedimiento seguro y efectivo para muchas personas. Sin embargo, como cualquier procedimiento médico, existen riesgos asociados.

¿Cuáles? Te los contamos para que tomes una decisión informada. 

Puede haber regresión en pocos casos, infecciones, inflamación o sequedad ocular después de la cirugía. Un correcto cuidado postoperatorio minimiza estos riesgos.

Es posible que haya resultados subóptimos. Es decir, aunque la mayoría de las personas experimenta una mejora significativa en su visión después de la cirugía, no todos alcanzan una visión perfecta sin corrección. Es posible que aún necesites usar anteojos en ciertas situaciones.

Finalmente, algunos pacientes han reportado efectos secundarios temporales, como halos, destellos o visión borrosa nocturna. Estos síntomas suelen disminuir con el tiempo, pero es importante estar preparado para ellos.

¿Quiénes se pueden hacer la cirugía refractiva?

La pregunta es válida: ¿soy yo un paciente óptimo para la cirugía refractiva? Si eres miope, hipermétrope o tienes astigmatismo y si estás en el rango de edad de 18 a 39 años, la respuesta es que podrías serlo, pero solo tras una valoración por parte de un especialista es posible determinar si, efectivamente, un paciente es apto o no para este procedimiento quirúrgico. 

 

Paso a paso para saber si la cirugía refractiva es para ti

Antes de embarcarte en este viaje hacia una visión mejorada, es fundamental determinar si la cirugía refractiva es la opción adecuada para ti. Aquí te proporcionamos una guía paso a paso para evaluar tu idoneidad.

1. Consulta a un oftalmólogo experimentado
   Es el primer y más importante paso. Solo un especialista puede definir si puedes o no hacerte esta operación. En la Clínica de Oftalmología Sandiego contamos con más de 100 especialistas, te realizamos  una valoración gratuita para evaluar tu salud ocular, tu historial médico y tus expectativas personales. 
   
   Es importante que la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo se haya estabilizado antes de considerar la cirugía. Es decir, que durante un largo periodo no hayas necesitado actualizar la fórmula de las gafas o los lentes de contacto.
   
   No debes presentar otros problemas oculares, como cataratas, glaucoma u otras afecciones que podrían afectar el resultado de la cirugía.
   
   Tu estilo de vida también puede afectar la decisión sobre si es posible y recomendable practicar la cirugía.
   
   
2. Aclara las dudas y los alcances: expectativa vs. realidad
   Durante la consulta, es fundamental comunicar claramente tus expectativas y preocupaciones al oftalmólogo. ¿Esperas una visión perfecta sin necesidad de anteojos en todas las situaciones? ¿Estás dispuesto a aceptar la posibilidad de necesitar corrección ocasional? Compartir tus metas y preocupaciones ayudará al médico a recomendarte el procedimiento más adecuado.
   
   
3. Toma una decisión informada
   Escucha atentamente al oftalmólogo. Ten presente los beneficios de la cirugía refractiva en tu situación específica. No tomes a la ligera posibles complicaciones y efectos secundarios.  
   

Además, pon en la balanza de las decisiones tus circunstancias personales: la cirugía refractiva implica un período de recuperación durante el cual deberás seguir cuidadosamente las instrucciones médicas. ¿Necesitas un tiempo libre? ¿Alguien que te acompañe? 

Solo cuando hayas evaluado y discutido profundamente las opciones, podrás tomar la mejor decisión para tu salud visual. 

¿Cuáles son los cuidados postoperatorios de la cirugía refractiva?

• Descanso ocular: descansa tus ojos durante las primeras horas después de la cirugía. Puedes cerrar los ojos o tomar una siesta corta para permitir que se recuperen.
• Gotas oftálmicas: aplica las gotas oftálmicas según las indicaciones de tu cirujano para mantener tus ojos lubricados.
• Evitar frotar los ojos: esto puede interferir con la cicatrización.
• Usa gafas de sol para proteger tus ojos de la exposición al sol y al viento durante las primeras semanas.
• Durante los primeros días, evita actividades físicas extenuantes y deportes que puedan aumentar la presión en los ojos.
• Evitar el maquillaje, en especial alrededor de los ojos durante los primeros días, para prevenir irritaciones.
• No nadar durante algunas semanas, ni en piscinas, ni en tinas calientes durante al menos unas semanas para prevenir infecciones. Tampoco charcos, ríos, quebradas o en el mar.
• Seguir las revisiones programadas para evaluar el progreso de la recuperación y abordar cualquier inquietud.
• Usar protectores oculares durante el sueño. Es posible que tu cirujano lo recomiende para evitar frotarte los ojos mientras duermes.
• Limita el tiempo frente a pantallas electrónicas y la lectura durante los primeros días para darle a tus ojos tiempo para recuperarse.